Depresión maníaca, trastorno maníaco-depresivo, trastorno bipolar del ánimo y trastorno bipolar afectivo.

(latín) trastorno, prefijo trans “al otro lado”, verbo tornare “girar”.

Bipolar (vocablo latino) bis “dos” (vocablo griego) polos “eje”.

El trastorno bipolar es una psicosis maníaco depresiva que se caracteriza por la alternancia de períodos de euforia y excitabilidad (manía) y períodos de depresión. El paso de un estado a otro puede ser abrupto.

Puede presentarse en hombres o mujeres, SIGNOS Y SINTOMAS

Se divide en Trastorno Bipolar I y Trastorno Bipolar II.

El trastorno bipolar I antes llamado psicosis maníaco-depresiva es un subtipo del trastorno bipolar - una enfermedad mental grave. Es necesario que se cumplan los criterios siguientes para un episodio maníaco. Antes o después del episodio maníaco pueden haber existido episodios hipomaníacos o episodios de depresión mayor.

1. Período definido de estado de ánimo anormalmente elevado, expansivo e irritable, aumento de energía; dura como mínimo una semana.
2. Durante el periodo existen 3 o más de los siguientes:
   • aumento de autoestima
   • disminuye necesidad de dormir
   • más hablador
   • fuga de ideas
   • fácil distracción
   • aumento de actividad o agitación psicomotora
   • participa excesivamente en actividades
3. Alteración causa deterioro en el funcionamiento social o laboral
4. El episodio no se puede atribuir a efectos fisiológicos de una sustancia

* SE NECESITA AL MENOS UN EPISODIO MANIACO A LO LARGO DE LA VIDA PARA EL DIAGNÓSTICO DE TRASTORNO BIPOLAR I.

1. Período de estado de ánimo elevado que dura como mínimo 4 días consecutivos.
2. Durante el periodo han persistido 3 o más de los siguientes, (4 si el estado de ánimo es solo irritable):
   • aumento de autoestima
   • disminuye necesidad de dormir
   • más hablador
   • fuga de ideas
   • fácil distracción
   • aumento de actividad o agitación psicomotora
   • participación excesiva en actividades que tienen posibilidad de consecuencias dolorosas.
3. El episodio se asocia a un cambio inequívoco del funcionamiento que no es característico del individuo cuando no presenta síntomas.
4. La alteración del estado de ánimo es observable para otras personas
5. Episodio no tan grave para causar alteración en funcionamiento social.
6. No se puede atribuir a efectos fisiológicos de una sustancia.

* LOS EPISODIOS HIPOMANÍACOS SON FRECUENTES EN EL TRASTORNO BIPOLAR I PERO NO SON NECESARIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DEL TRASTORNO BIPOLAR I.

1. Cinco o más de los siguientes síntomas han estado presentes durante el mismo periodo de dos semanas y representan un cambio de funcionamiento anterior
   • Estado de ánimo deprimido
   • Disminución importante del interés o placer por casi todas las actividades del día
   • Pérdida importante de peso
   • Insomnio o hipersomnia
   • Agitación o retraso psicomotor
   • Fatiga o pérdida de energía
   • Sentimientos de inutilidad o de culpabilidad excesiva o inapropiada.
   • Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse
   • Pensamientos de muerte recurrentes
2. Los síntomas causan malestar significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas.
3. No se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra afección médica.

* LOS EPISODIOS DE DEPRESIÓN MAYOR SON FRECUENTES EN EL TRASTORNO BIPOLAR I PERO NO SON NECESARIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE TRASTORNO BIPOLAR I.

Aparece en una persona por dos razones, por un lado estaría el factor exógeno, que puede ser el conjunto de sentimientos de estrés o ansiedad y por otro lado, nos encontraríamos con elementos hereditarios. Así se ha determinado que más de los dos tercios de individuos que sufren esta patología cuentan en sus antecedentes familiares con alguna persona que también ha sufrido la misma.

La rapidez con que cambia el estado de ánimo del sujeto varía de acuerdo a la intensidad del trastorno. Se habla de ciclos lentos, ciclos rápidos y ciclos ultrarápidos, donde un individuo puede pasar de la depresión a la euforia incluso en el mismo día. La forma más leve del trastorno bipolar es conocida como ciclotimia.

La fase maníaca (de euforia) se caracteriza por la hiperactividad, incremento de la energía, autoestima elevada, falta de autocontrol, comportamientos precipitados y tendencia a la distracción.

La fase depresiva, en cambio, presenta un sentimiento de desesperanza y falta de valor, apatía, trastornos del sueño y de la alimentación, aislamiento, desgano, baja autoestima, tristeza permanente.

Cabe destacar que el trastorno bipolar puede derivar en adicciones como el alcoholismo y la drogadicción. En los casos más extremos, el sujeto puede llegar al suicidio, por lo que los especialistas advierten que se trata de un trastorno de alto riesgo que exige un cuidado adecuado.

La enfermedad mental, en este caso el trastorno bipolar no se puede comparar con alguna otra como diabetes, cáncer o algún otro padecimiento debido a que más que una enfermedad es vista en muchas ocasiones como una condición de marginación y discriminación, es ecir en una enfermedad como el cáncer la familia se mantiene unida, sin embargo en el caso del trastorno bipolar es al contrario donde ésta prefiere alejarse.

En muchas ocasiones hay abandono por parte de ellos, incluso el trastorno bipolar junto con otros padecimientos psiquiátricos son vistos por los demás como una condición de estigma y juicio, lo que puede afectar al tratamiento y estabilidad de la persona que lo sufre.

Por ejemplo, cuando ingresa a una Institución psiquiátrica, las emociones en éste no siempre se deben a la enfermedad sino a la reacción que provoca el ser “abandonado” en un hospital. Al encontrarse frente al médico estas emociones se pueden manifestar violentamente debido al rechazo y abandono por parte de sus conocidos y por otro lado al dejarlos al cuidado y control del personal médico quienes son extraños para ellos.

Se desconoce la causa exacta del Trastorno Bipolar, la herencia desempeña un papel importante, también existe evidencia de una desregulación de serotonina y noradrenalina. También pueden haber implicado factores psicosociales; algunos eventos vitales estresantes se asocian con el desarrollo inicial de síntomas y las exacerbaciones posteriores, aunque no se ha establecido causa- efecto.

Factores genéticos: Un factor de gran peso en el desarrollo del trastorno bipolar son los antecedentes genéticos de una persona. Los estudios han demostrado que los hijos nacidos de padres con un trastorno bipolar tienen una probabilidad 15 a 25% mayor de desarrollar esta enfermedad en comparación con los individuos que no tienen antecedentes genéticos similares. Además se piensa que los hijos cuyos padres tienen un trastorno bipolar experimentan la aparición de los primeros síntomas 10 años antes que sus padres.

Factores físicos: El desequilibrio químico en el cerebro es el factor más dominante en el desarrollo del trastorno bipolar. Los neurotransmisores son los químicos responsables de enviar mensajes a las distintas áreas del cerebro. Cuando ocurre un desequilibrio, el riesgo de que la persona experimente la aparición de los síntomas del trastorno bipolar se incrementa exponencialmente.

Factores ambientales: Los factores ambientales pueden jugar un papel en la aparición del trastorno bipolar cuando la persona tiene una predisposición genética a dicha enfermedad.

Algunos de estos factores ambientales pueden darse cuando la persona experimenta un trauma, presenta cambios importantes en su vida o es la víctima de una situación continua de abuso o abandono. Adicionalmente, los cambios químicos que ocurren en el cerebro cuando un individuo abusa de las drogas y/o el alcohol pueden ocasionar la aparición de los síntomas de una manera más temprana o más rápida si dicha persona tiene una predisposición genética a esta enfermedad.

Factores de riesgo:

• Antecedentes familiares de una enfermedad mental.
• Presencia de una enfermedad mental (por ejemplo ansiedad).
• Antecedentes personales o familiares de abuso de sustancias nocivas.
• Ser víctima de abuso o abandono.
• Experimentar trauma severo (cuando existe predisposición genética a este trastorno).
• Pasar por cambios significativos o estresantes en la vida (cuando existe predisposición genética al trastorno bipolar).

Hay personas que padecen este trastorno y se pueden encontrar en un episodio depresivo, en el cual presentan sentimientos de tristeza, no desean realizar sus actividades cotidianas, además de poco interés por convivir con las personas que lo rodean, incluso pueden dejar de realizar las actividades que les agradan, dejar de tener higiene y aliño. Por el otro lado en episodios maníacos las personas pueden realizar actividades en exceso, aun y cuando anteriormente no las practicaban, sentirse con mucha energía, no necesitar comer o no dormir.

Si a estos aspectos le sumamos que tengan problemas con drogas o alcohol (sobre todo en episodios maníacos), aunado a que pueden presentar alucinaciones de diversos tipos.

Yo realicé mi servicio social en el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, en el cual hubo una paciente que tenía trastorno bipolar, ingresó en dos ocasiones, la primera estaba en estado de euforia, ella se dedicaba a las artes e invitaba a todos los médicos, psicólogos a irla a ver a una obra de teatro, el grado de energía que ella tenía era excesivo, incluso en ocasiones elevaba el tono de voz al platicar sus experiencias artísticas y al platicar con las demás pacientes, tenía alucinaciones de tipo visual y comentaba que había personas que la ayudaban a actuar. La segunda ocasión que ingresó al hospital se encontraba en estado depresivo, notoriamente había cambiado su manera de ser, no hablaba con nadie, parecía no interesarle nada, pues no participaba en las actividades que se les realizaban a sus compañeros, además su tono de voz era notablemente bajo.

En el trastorno bipolar los síntomas se confunden con otros problemas, por eso es conveniente consultar a un médico psiquiatra si la persona sufre alteraciones del estado de ánimo intensas y frecuentes y sobre todo si no siempre se puede relacionar con momentos o vivencias agradables.

Es importante que la persona no abandone el tratamiento farmacológico que le hayan prescrito, además de establecer rutinas en sus actividades diarias, como horarios de comidas, de descanso y duerma las horas suficientes que necesite, por otro lado también debe aprender a conocer la enfermedad distinguir los diversos síntomas, pues una persona que la acepta y conoce tendrá mejor adherencia al tratamiento.

Además la familia juega un papel fundamental en el tratamiento de la persona que padece trastorno bipolar, pues lo ideal sería que tuviera una red de apoyo por parte de ellos, pues de lo contrario y teniendo una dinámica familiar poco estable puede ser un factor de riesgo que limite la adherencia al tratamiento. A su vez el paciente debe evitar consumir alcohol o psicotrópicos que alteren su estado emocional o generen alucinaciones.

Cuando las personas con trastorno bipolar tienen conciencia de su enfermedad, se toman el medicamento prescrito, acuden a sus consultas tanto médicas pero también al apoyo psicológico que se le brinde, son personas funcionales, que pueden tener una vida con empleo, con una dinámica familiar, amistades, pareja, además de disfrutar la vida.

• https://definicion.de/trastorno-bipolar/

• DSM-V

• http://www.sanjuancapestrano.com/trastorno-bipolar/sintomas-efectos/

• http://tauja.ujaen.es/jspui/bitstream/10953.1/7453/1/Felipe_Naranjo_Andrs_TFG_Psicologa.pdf
• “Factores que intervienen en la producción del paciente psiquiátrico en la familia”, Coyoc, A, D, Falcón A, C, Solís M, Universidad Autónoma Metropolitana, 2010.