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Violencia contra las mujeres

Ficha elaborada por Iria Rodríguez Suárez
Foto: Francoise Gaujour

Nombres alternos o sinónimos

Otros términos utilizados para referirse a esta problemática son: violencia de género, violencia doméstica, violencia familiar, violencia misógina, violencia machista, violencia de pareja, terrorismo patriarcal.

Definición

La definición que ofrece la Organización de las Naciones Unidas para este tipo de violencia es la siguiente:

“Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como privada” (OMS 2016).

Para su estudio debemos siempre puntualizar si el acto de violencia es cometido por parte de la pareja o de otra persona. Para el DSM V se marca la diferencia entre ambos casos con un diferencial clasificatorio más no hay un diferencial en cuanto a la descripción del trastorno.

Características

Actualmente existen distintas clasificaciones para el tipo de violencia vivida por la víctima:

Otras formas de violencia contra la mujer: explotación sexual, acoso laboral, trata de blancas, matrimonio forzado y el matrimonio precoz, violencia política, violencia relacionada a la exigencia de dote. (Generalidades sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, 2012)

Criterios para delimitación diagnóstica

Criterios diferenciales de violencia sexual: Cuando la práctica sexual es violenta contra la mujer bajo los requisitos de ser “sano, seguro y consensuado” se considera fuera de esta clasificación siempre que el estado emocional de la mujer sea de ecuanimidad cuando autorice a su pareja a realizar alguna práctica violenta sexual. Un ejemplo de este tipo de prácticas que no se consideran violencia contra la mujer es el BDSM.

Etiología

La sociedad mexicana históricamente y en todos sus niveles socioeconómicos se ha caracterizado por un contexto de inequidad de género en la que la opresión, discriminación y explotación de la mujer se ha normalizado y es incluso fomentada por la falta de regulación y aplicación equitativa de las leyes. La falta de poder que viven las mujeres y niñas bajo su condición social, las hace vulnerables y proclives a mantenerse en situaciones de violencia por miedo a perder a su familia, miedo a no poder mantener a sus hijos ella misma, miedo a perder su trabajo, miedo a la exclusión social por un divorcio, miedo a represalias por parte del agresor y otros. Las condiciones de desigualdad laboral, falta de espacios que permitan a la mujer trabajar y cuidar de sus hijos, la inseguridad social que limita las jornadas de trabajo para las mujeres y otros factores similares las condicionan y agravan su situación de violencia.

Factores de riesgo

Existen varios factores que hacen más vulnerable a la mujer para sufrir violencia de género. Los principales son los siguientes:

Psicológicos

Sociales y familiares

Niveles de severidad

Ecuanimidad

Neurosis

Psicosis

Ejemplo de un caso

Caso 1: Chica de 23 años que creció en una familia en la que su padre agredía verbalmente y físicamente a su madre, quien se encargaba en absoluto de las tareas del hogar, cuidado y educación de los hijos.

Su padre, después de múltiples infidelidades se va de casa con otra mujer y la paciente empieza al poco tiempo una relación que a la fecha tiene ya 8 años marcados por el maltrato y abusos en todos los sentidos. A pesar de que no viven juntos, ella trabaja doble turno para pagar los gastos de ambos, él le pide dinero a cambio de no ser infiel, la insulta constantemente, la hace pensar que está loca, la amenaza, la chantajea y la ha golpeado en más de 5 ocasiones. La paciente presenta un cuadro de ansiedad importante que se ha incrementado desde que dejó sus antidepresivos, está obsesionada con su peso y presenta episodios de bulimia. Fuma casi dos cajetillas al día y ha llegado a tener conductas auto lascivas. Tiene la idea de ser una mujer desagradable, poco atractiva y tonta. Ella verbaliza que está en una relación que la daña y que está enferma por estar con él, pero no sabe cómo terminar la relación y tiene miedo de estar sola. No cuenta con apoyo de su familia quien la descalifica constantemente. No terminó la universidad y ha dejado de lado todos sus sueños. Actualmente es paciente voluntaria de psicoterapia bajo teoría de la Praxis. Se le recomendó evaluación psiquiátrica pero sus padres no le autorizaron tomarla, por lo que ella se negó a hacerlo. Su avance es lento.

Caso 2: Mujer de 45 años, creció en un ambiente totalmente machista en el que su hermano y un tío abusaban sexualmente de ella. Su madre lo sabía y no la protegía. Su padre llegó también a tocarla de manera sexual. Desde los 15 años queda embarazada y su pareja la obliga a abortar en 2 ocasiones. En el tercer embarazo decide tener a su bebé y convence a su pareja de que vivan juntos. A los 3 años su hijo es diagnosticado con Síndrome de Asperger. Al poco tiempo descubre constantes infidelidades de su pareja quien empieza a agredirla verbal y físicamente. Tras dos abortos más en los que ella es obligada a hacerlo, tienen un segundo hijo y posteriormente un tercero. Este último también presenta Autismo. Ella se encarga por completo de la educación y cuidados de sus tres hijos, así como de las tareas del hogar y las terapias a las que asisten. Constantemente es menospreciada, celada, chantajeada y golpeada por su pareja. A los 37 años presenta cáncer de mama y se le practica una doble mastectomía. Al día siguiente su pareja se fractura un tobillo y la obliga a llevarlo al hospital manejando el auto. Dos días después la obliga a tener relaciones sexuales, se le desconecta uno de los tubos y sufre una hemorragia que no es atendida a tiempo. Dos semanas después ella es atendida de emergencia en el hospital. Actualmente ella recibe psicoterapia bajo Teoría de la Praxis, el avance ha sido maravilloso, ha recuperado su autoestima, está buscando trabajo y tomando decisiones para reconstruir su vida y separarse de su pareja.

Recomendaciones para el tratamiento

De acuerdo con Labrador, Echeburua y Becoña 2000, las técnicas que han probado tener mejores resultados de los casos de Estrés post Traumático por Violencia son las siguientes terapia de exposición, entrenamiento en inoculación del estrés, terapia de reprocesamiento y desensibilización por movimientos oculares.

Las terapias autobiográficas y terapia grupal han mostrado ser de gran ayuda.

Se recomienda terapia cognitiva, técnicas de relajación y herramientas que ayuden a mejorar el nivel de autoestima.

Es indispensable apoyar a la paciente para fortalecer sus relaciones en sus grupos de apoyo y encontrar formas de no depender económica y/o emocionalmente de otra persona, para ello, las técnicas de la Teoría de la Praxis son altamente recomendables.

Bibliografías consultadas