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Disociación (Una separación del yo) es un proceso mental en el que una persona se desconecta de sus pensamientos, sentimientos, recuerdos o sentido de identidad.
La disociación tambien es conocida con el termino alemán spaltung, traducida al español como escisión o clivaje y consiste en separar o dividir. A continuación, se detalla una lista con los nombres alternos para el concepto de disociación en psicología durante los siglos XVIII y XIX:
Autor | Año | Nombre Alternativo |
Gmelin | 1971 | Personalidad intercambiada |
Dwight | 1818 | Dos almas |
Baillarger, Tascher | 1845, 1855 | Dualidad intelectual |
Lemoine | 1855 | Cisma de la personalidad |
Tascher | 1855 | Duplicación intelectual |
Tascher | 1855 | División intelectual |
Tascher | 1855 | Cisma intelectual |
Tascher | 1855 | Cisma entre la voluntad y el organismo hiperactivo. |
Gautier, Baillarger, Azam, Boeteau, Bourneville | 1858, 1861, 1862, 1876, 1892 | Duplicación de la personalidad |
Littré, Azam, Binet, Breuer y Freud, Hyslop | 1875, 1887, 1890, 1893, 1899 | Doble conciencia |
Azam | 1876 | Duplicación de la vida |
Taine | 1878 | Duplicación del ego |
Ribot | 1885 | Doble personalidad |
Ribot | 1885 | Disolución de la personalidad |
Bérillon | 1886 | Disolución de los fenómenos indisolubles |
Beaunis | 1887 | Duplicación de la memoria y la conciencia |
Myers | 1887 | Personalidad multiplex |
Bourru y Burot | 1888 | Múltiple personalidad |
P.Janet | 1889 | Desagregación psicológica |
Binet | 1890 | Duplicación de la personalidad |
Dessoir | 1890 | Doble ego |
Binet | 1892 | Alteraciones de la personalidad |
Binet | 1892 | División de la personalidad |
Laurent | 1892 | La existencia de estados secundarios |
Myers | 1893 | Conciencia subliminal |
Bruce | 1895 | Acción cerebral dual |
Osgood Mason | 1895 | Personalidad dúplex |
James | 1896 | Personalidad alterna |
La palabra disociar viene del latín dissociare y significa separar lo que estaba unido. Sus componentes léxicos son:
La historia del estudio de la disociación comienza en la segunda mitad del siglo XIX. Comienza en los trabajos de Hughlings Jackson y Pierre Janet, e influye notablemente en el desarrollo del psicoanálisis y otras tendencias psicológicas. Según la definición moderna, la disociación representa una perturbación o alteración en las funciones normalmente integradoras de la identidad, la memoria o la conciencia. (Bob, 2003)
El psiquiatra francés Moreau de Tours (1845) probablemente fue el primero en usar el termino disociación independientemente que el fenómeno de disociación fue bien reconocido antes de 1812. (Dell, 2009)
La disociación se ha identificado siempre con el trastorno de estrés postraumático, en el que la persona tiene experiencias disociadas, como obsesiones, flashbacks y experiencias somatosensoriales, mientras que por otro lado está vigilante para evitar todo recuerdo del trauma. Sin embargo, Howell afirma que no se puede suscribir la disociación a lo traumático entendido como algo fuera de lo ordinario. El trauma en un sentido estadístico es normal, y así lo es también la disociación. Además, la disociación no sólo procede del trauma, sino también de entornos familiares caóticos, abusivos o negligentes, de dilemas de apego y de ansiedad severa producida por relaciones interpersonales.
La disociación se puede definir como la separación de contenidos experienciales y mentales que normalmente están conectados. (Howell, 2009)
La disociación abarca una amplia gama de síntomas que van desde leves a graves y de temporales a crónicos. Los síntomas de quienes padecen trastornos disociativos suelen ser crónicos e interferir de algún modo en la vida cotidiana. Algunos síntomas disociativos se manifiestan no solo en los trastornos disociativos, sino también en otros trastornos psiquiátricos.
La mayoría de las personas que padecen un trastorno disociativo no acuden a terapia con demandas de sobre su identidad ni sentido del yo. De hecho, buscan ayuda buscan ayuda para otro tipo de problemas como la depresión, la ansiedad, dificultades para dormir o problemas de relación. Pero padecen síntomas que pueden parecer extraños y atemorizantes, para los que no encuentran explicación. Generalmente carecen de palabras para describir estas experiencias internas y puede que no las comuniquen a nadie, a menos que se les pregunte, por que se sienten avergonzadas. De hecho, estos síntomas se relacionan habitualmente con las acciones negadas de otras partes de la personalidad o del yo.
Uno de los principales síntomas de la disociación consiste en una sensación de involuntariedad: alguien que es consciente de pensamientos, sentimientos, comportamientos, recuerdos, sucesos, etc., pero estas vivencias parecen no pertenecerle. Estas vivencias tienen una cualidad de “no son mías”. (Boon & Steele, 2015)
La disociación adopta muchas formas, muchos síntomas disociativos son comunes en personas con trastornos disociativos, pero cada individuo puede también tener su propia experiencia subjetiva y singular de disociación.
La disociación de desarrolla generalmente cuando una experiencia es demasiado amenazadora o abrumadora en algún momento para que una persona pueda integrarla totalmente, en especial en ausencia de un apoyo emocional adecuado. Las personas se disocian crónicamente hasta tal punto que se diagnostica que padecen un trastorno de disociación.
Trastornos disociativos según los criterios diagnósticos de la CIE-10 y DSM-IV TR.
El diagnóstico puede ser complicado porque los trastornos disociativos son complejos y sus síntomas son comunes a otras afecciones. Por ejemplo:
Las investigaciones recientes tienden a indicar que la disociación procede de una combinación de factores ambientales y biológicos. La probabilidad de que una tendencia a disociar sea heredada se considera que es de cero.
Las causas de la disociación suelen incluir traumas, a menudo traumas prolongados, como el abuso sexual o físico, en la infancia. El estrés de la guerra o los desastres naturales también pueden causar la disociación. La disociación es más común en los niños, por lo que este comportamiento en particular a menudo se desarrolla en la infancia. La disociación es una habilidad de afrontamiento utilizada para separar a la persona de los eventos traumáticos y los recuerdos de los eventos traumáticos. A los niños les resulta particularmente fácil “salir de sí mismos” ya que su identidad todavía se está formando. La disociación puede empeorar en momentos de estrés, incluso en la edad adulta, en aquellos que han aprendido esta habilidad de afrontamiento.
El desarrollo de desórdenes disociativos en la edad adulta parece estar relacionado con la intensidad de la disociación durante el acontecimiento traumático real; la disociación severa durante la experiencia traumática aumenta la probabilidad de la generalización de tales mecanismos tras el acontecimiento.
Edificio de la salud-enfermedad psicológica | NIVEL 1 | NIVEL 2 | NIVEL 3 | NIVEL 4 | NIVEL 5 |
Ecuanimidad | Buena reacción esencial con familiares y amistades de confianza, avanzando básicamente en aspiraciones y proyectos personales. | Iniciativa para proponer y participar en proyectos que benefician a grupo laboral, escolar o vecinal, con actividades básicamente satisfactorias. | Iniciativa para proponer y participar en proyectos que benefician a la comunidad directa y actual, gremio o sector. | Iniciativa para proponer y participar en proyectos que benefician a una nación de manera transgeneracional, con actividades que sean satisfactorias. | Iniciativa para proponer y participar en proyectos que benefician a la humanidad, a la naturaleza y a la vida, con actividades que sean satisfactorias. |
Neurosis | Malestar emocional intra-subjetivo sin ser percibido por la familia o amigos. Olvidos esporádicos que se confunden como normales. | Irritabilidad y/o reacciones exageradas que afectan la vida familiar, pero puede mantener amigos de confianza. Pérdida de memoria que es más grave que un olvido normal y que no puede justificarse por la existencia de una enfermedad. | Irritabilidad y/o reacciones desproporcionadas con rechazo a la vida social, dificultad para tener amigos de confianza. No puedes recordar información sobre ti ni sobre acontecimientos y personas de tu vida, en especial los relacionados con un momento traumático. | Irritabilidad y/o reacciones exageradas que le generan dificultades importantes con compañeros de escuela, trabajo o vecinos. A veces puede implicar que te traslades o deambules en un estado de confusión que te aleje de tu vida. | Reacciones intensas que le impiden funcionar en la escuela o el trabajo, así como, participar en la vida comunitaria. Amnesia con duración de meses o años. |
Psicosis | Delirios y obcecación con una idea (ufólogos). Alteraciones perceptuales, insensibilidad emocional y/o física, sentido distorsionado del tiempo | Alucinaciones ocasionales (ver fantasmas). Sensación continua o episódica de desconexión o de estar fuera de ti mismo. | Cerca de la mitad del tiempo vive en alucinaciones. Es posible que otras personas y cosas que te rodean se perciban distantes, borrosas o como en un sueño, que el tiempo transcurra más lenta o más rápidamente y que el mundo parezca irreal. | La mayor parte del tiempo vive en un mundo de alucinaciones sin ser peligroso. la persona puede experimentar la sensación de mirarse al espejo y no reconocerse o incluso de no sentirse conectado con su propio cuerpo. | Vive completamente en un mundo de alucinaciones con alta peligrosidad. Es posible que sientas la presencia de dos o más personas que hablan o viven en tu cabeza y que sientas que estas identidades te poseyeron. |
Presentamos un caso de trastorno de identidad disociativa (TID), antes llamada de personalidad múltiple, al inicio de la psicoterapia aparecen 3 personajes, la que acude a consulta, la boicoteadora que se ríe de la que acude a consulta y una niña asustada.
Mujer de 48 años, que acude a consulta por sensación de vacío, tengo la sensación de no ser yo misma, vivo sin emociones y siento tanta rabia que podría matar, a veces tengo la sensación de ser dos, nosotras, la razón y la emoción.
En la terapia Laura recuerda que a los 5 años el padre se entera, por medio de ella, de que su madre tiene un amante y entonces Laura se encuentra entre los dos, la madre la culpa por chismosa y el padre no soporta haberse enterado y también la culpa.
Tiene un recuerdo de cuando era pequeña de que su madre intentó ahogarla en la bañera. Posteriormente, el recuerdo de su madre intentando ahogarla en la bañera, lo puede poner al lado del hecho de saber que su madre padecía depresión crónica y también de otras imágenes en las que visualiza a su madre mal que bien, pero cuidándola.
Laura de pequeña fue obesa, hasta la adolescencia, su madre le llevó a un nutriólogo, pero sólo por dos veces porque era muy caro, mientras que al hermano mayor le compraban todo. A los 12 años tiene la fantasía de que sus padres se mueren y ella cuida de sus hermanitas pequeñas.
Se define a sí misma como una auto saboteadora. Habla de su intento de suicidio por precipitación del balcón a los 13 años. A los 14 años cuando iba al instituto ella era una gorda asquerosa, sebosa, sudorosa y siente desprecio hacia ella, asco de sí misma, no se merece nada, solo morir, una cerda.
En una sesión Laura se disocia y empieza a insultar a la niña, esa niña asquerosa. No para de comer es una cerda, que se vaya, que se muera. el paciente disociativo ha usado la disociación de una manera compleja para poder lidiar con su trauma infantil.
El tratamiento primario para la disociación consiste en psicoterapia. Durante la psicoterapia, se discutirán sus experiencias de disociación y se enseñarán nuevas técnicas de afrontamiento. Una vez que las nuevas técnicas de afrontamiento se hayan aprendido y sean efectivas, el trauma inicial que causó el inicio de los síntomas de disociación probablemente se tratará en un intento de lidiar con él y superarlo. (Tracy, 2015)
Los trastornos disociativos generalmente se tratan con psicoterapia a largo plazo. Los métodos de tratamiento comunes incluyen una combinación ecléctica de técnicas de psicoterapia, incluida la terapia cognitiva conductual (TCC), terapias orientadas a la introspección, la terapia conductual dialéctica (TDC), la hipnoterapia y la desensibilización y el reprocesamiento del movimiento ocular (EMDR).
No hay medicamentos aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos para la disociación, pero los médicos recetarán medicamentos para ayudar a lidiar con algunos de los síntomas de la disociación. Los medicamentos que se pueden prescribir son:
Estos medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas de salud mental asociados con los trastornos; sin embargo, no hay medicamentos que traten específicamente los trastornos disociativos.
Sin tratamiento, las posibles complicaciones para una persona con un trastorno disociativo pueden incluir: